sábado, 28 de febrero de 2009

Las drogas y el embarazo

Cuando estamos ante un hecho tan trascendental como la llegada de un nuevo ser a nuestras vidas, hay una infinidad de resortes internos que se ajustan y mueven silenciosos. Pero nos cambian la postura ante la vida y la sociedad.

Ayer estuve hablando con una chica adolescente. Recientemente descubrió que está embarazada. Al principio pensó que estaría enferma porque empezó a tener unos síntomas extraños, algo parecido me dijo, como si tuviera un gran ataque al hígado, como si hubiera comido algo que le hubiera hecho mal. Un día despertó con un dolor en el vientre y a los pocos minutos tenía náuseas. Esa sensación de la necesidad de vomitar, sin llegar a hacerlo, resulta realmente, muy molesta.

Su preocupación mayor son sus antecedentes familiares y su hábito de fumadora y adicta a la Marihuana. Esto me preocupó mucho, porque ese bebé se está desarrollando en un cuerpo que está bastante contaminado, cuando aún ella misma está en crecimiento.

Su vida familiar no es de las mejores. Padres alcohólicos (ambos), separados desde que ella tenía 6 años. Tuvo una niñez muy mal atendida y pronto entró ella también al ritmo de la casa. Desorden en los horarios de alimentación, horarios de sueño y descanso pésimos, mala alimentación, mucho alcohol, cigarrillo desde los 12 años y ahora desde hace 2 años, Marihuana.

La invité a que investigáramos juntas el tema. Descubrimos que el consumo de cigarrillos no ocasiona malformaciones en el bebé, pero sí bajo peso. Esto se debe además de la influencia del tabaco, por la mala alimentación de la mujer fumadora.

En cuanto al alcohol, si se consume de manera moderada, y con las comidas, por ejemplo un vaso de vino, no hace daño. Pero en grandes dosis, da lugar a un crecimiento lento del feto y puede ocasionar retraso mental.

La Marihuana - Si se trata de un consumo esporádico y sin alcohol, ni otras drogas, ocasiona bajo peso del bebé. Pero como se trata de una droga que da lugar al abuso, porque crea adición, es muy difícil consumir de forma esporádica, la mujer temina tarde o temprano, abusando de ella, o utilizándola con alcohol y otras drogas. Por este motivo, es necesario dejar absolutamente de consumirla durante el embarazo y fuera de él.

Conversamos mucho. Comprendió que su cuerpo es el molde donde se formará su hijo. Si ese molde está dañado o contaminado, intoxicado, no es el mejor medio para desarrollar al futuro bebé. Desde el momento que se descubre el embarazo, es necesario recurir al médico y buscar ayuda para cambiar de hábitos. Esto no es fácil, porque cualquier tipo de adición, es difícil de cambiar, pero, no imposible. Tiene el mejor incentivo para lograrlo. Un hijo en camino.

En este enlace encontramos muy buena información.

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